Os dejo con una breve colaboración para el diario El Pais, acerca del impacto emocional de las cesáreas. Podéis leer el el reportaje completo aquí.
Os dejo con una breve colaboración para el diario El Pais, acerca del impacto emocional de las cesáreas. Podéis leer el el reportaje completo aquí.
Un tema en el que vengo trabajando desde hace algún tiempo (he de reconocer que sobretodo influenciada por el maravilloso grupo de investigación del que hago parte), es la parentalidad posititiva como un continuo que se inicia en el periodo prenatal.
Si entendemos la parentalidad positiva como todas aquellas acciones de crianza destinadas al favorecimiento del desarrollo infantil, nos encontramos con principios y necesidades que van desde el área emocional, pasando por el desarrollo social, hasta el cognitivo. Especialmente importante el desarrollo de vínculos afectivos estables, cálidos y protectores; estos amparan y potencian todas las demás áreas. Durante el periodo pre y perinatal observamos que madres y padres más vinculados con su bebé, con una mejor adaptación al embarazo y con mayor cantidad de recursos psicosociales (redes de amigos, grupos de ocio, profesionales de confianza), establecen mejores pautas de cuidado, promoción de la salud y promoción del apego materno infantil.
En los talleres que he tenido ocasión de dar dentro de la investigación que actualmente llevo a cabo, señalo algunos principios básicos de parentalidad positiva prenatal que considero fundamentales. Estos son:
Entender que la crianza comienza desde el embarazo, supone un cambio importante a nivel de las interacciones familiares y la formación de los profesionales sanitarios, de la educación y los servicios sociales. La relación entre el bebé, la familia y el contexto vista como un sistema, puede garantizar que incorporar esta perspectiva generaría mejores índices de salud en las familias (sobretodo aquellas con bebés pequeños). Así mismo una reducción importante de costos en salud pública, entre otros aquellos asociados a visitas continuas a pediatría, médico de familia y/o salud mental; tal y como lo detallan datos de países que trabajan hace algunos años en esta línea.
Os comparto este precioso vídeo que me ha llegado a través de una red de colegas. Sólo añadir que uno de los más importantes beneficios documentados de los abrazos afectivos, es la importante reducción en las respuestas de ansiedad y estrés en situaciones de vulnerabilidad física y/o emocional. Igualmente pueden favorecer la competencia emocional y la autoestima infantil, tal y como documenta este trabajo.